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Los subsidios a la energía totalizaron en 2022 unos 12.388 millones de dólares, lo que supuso una baja en términos reales de más de un 11% respecto al año previo, según estimó un informe privado.
Con la implementación de la segmentación tarifaria para usuarios residenciales a mitad del año pasado, proliferaron las voces que afirmaban que esta no sería suficiente para bajar el gasto real en subsidios sino solo para aminorar su suba. Este panorama fue parcialmente cierto. Si bien la quita de subsidios a usuarios residenciales tuvo un impacto solo marginal y hacia fin de año, hubo otros factores que contribuyeron a que los subsidios energéticos cayeran en términos reales durante 2022 en relación a 2021, estimó un informe del Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social (GERES). Concretamente, el gasto en subsidios a la energía fue de 1.594.414 millones de pesos el año pasado, equivalente a un aumento del 52,4% interanual en términos nominales pero a una baja del 11,6% en términos reales. De hecho, se trató del primer año con baja del gasto real durante el gobierno de Alberto Fernández.
“Si bien el primer semestre de 2022 mostró un incremento significativo de los subsidios energéticos, se observó un quiebre a partir de julio, mes en el que disminuyeron 61,7% real”, precisó GERES en su informe. En diciembre, ya con parte de la quita a usuarios residenciales implementada, los subsidios cerraron con una baja del 39% real.
Por qué cayeron los subsidios a la energía en 2022
Aun así, el economista de GERES, Diego Argibay, señaló a El Destape que la segmentación tarifaria no explica en gran medida la reducción de subsidios, ya que solo comenzó a aplicarse hacia octubre y recién será plena a partir de febrero. En cambio, la baja real de los subsidios se dio mayormente por el ajuste de tarifas a los grandes usuarios industriales y a los comercios, en ambos casos por encima del 100%.
Esto sucede porque el Estado cubre con subsidios la diferencia entre el costo y el precio estacional de la demanda, por lo que si sube el precio de la tarifa que se le paga a las distribuidoras, las cuales a su vez deben pagarle a la mayorista CAMMESA, baja el volumen total de los subsidios.
Particularmente influyó en este punto el mes de julio, cuando esta empresa directamente no recibió fondos del Estado. Argibay indicó también que otro factor que explica la caída de subsidios es la apreciación real del tipo de cambio, ya que, a diferencia de las tarifas, el costo de la generación eléctrica sigue estando dolarizado. De este modo, si la inflación es más rápida que la devaluación entonces “los costos en dólares disminuyen la presión sobre el monto a transferir en concepto de subsidios en pesos”, agregó.
Por el lado del gas, el economista de GERES especificó que el Estado se atrasó con los pagos de los subsidios del Plan Gas, lo que impactó especialmente en octubre, noviembre y diciembre. Además, señaló que en la segunda mitad del año cayeron en gran medida los subsidios a Enarsa para la importación de GNL porque ya para julio se había aprovisionado prácticamente en su totalidad la cantidad de gas necesaria para el invierno.
